El mar Caribe es actualmente el escenario de un masivo e inusual despliegue militar de la flota estadounidense. Lo que la administración del presidente Donald Trump ha justificado como una misión crucial contra el narcotráfico y el "narcoterrorismo" se ha transformado en una delicada crisis política y legal en Washington, y un foco de escalada geopolítica en la región, especialmente cerca de las costas de Venezuela.

